jueves, 8 de febrero de 2018

Español, un idioma muy flexible

Por Blanca Padilla


La estructura básica de las oraciones en español es: SUJETO-PREDICADO-OBJETO o COMPLEMENTO.



El SUJETO es la persona, animal o cosa que realiza la acción; el PREDICADO es lo que se dice o se predica del sujeto y el OBJETO es la persona, animal o cosa que sufre la acción del sujeto.


El núcleo del predicado es el VERBO, la acción.

La estructura básica para describir al sujeto es: ARTÍCULO-SUSTANTIVO-ADJETIVO. Con nombres propios no es necesario usar el artículo.

La estructura básica del predicado es: VERBO-COMPLEMENTO DIRECTO- COMPLEMENTO INDIRECTO- COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

Así, la siguiente oración tendría una estructura perfecta: 

1. Las golondrinas oscuras volverán a colgar sus nidos en tu balcón.

Sin embargo, esta oración no tiene ninguna gracia, es laxa, no transmite ninguna emoción, sólo está informando algo.

Pero, podemos escribirla de distinta forma:

2. Las oscuras golondrinas volverán a colgar sus nidos en tu balcón.

En esta, al anteponer el adjetivo al sustantivo, le damos importancia al color y con esto la oración adquiere fuerza, logramos transmitir un poco de tristeza o de maldad, tal vez.

Pero todavía podemos modificarla más:

3. En tu balcón, las oscuras golondrinas volverán a colgar sus nidos.

Aquí le damos importancia al complemento circunstancial de lugar: en tu balcón.

Y todavía podemos intentar otro cambio:

4. A colgar sus nidos, en tu balcón, las oscuras golondrinas volverán. 

Las buenas costumbres dictan que en español no se debe escribir el verbo ni al principio ni al final de una oración, se escucha un poco afectado y es de mal gusto. 

Sin embargo, con esta estructura, pueden conseguirse efectos muy poéticos. No hablo de la oración anterior sino de la siguiente, que es nivel Dios. Creada por el gran poeta español Gustavo Adolfo Becquer:

5. Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar.

De esta forma, la primera oración es perfecta en su estructura, pero no es expresiva. En cambio, la última es imperfecta, pero es muy estimulante a los sentidos. Es muy musical.

Entonces, como se podrán dar cuenta, el español es muy flexible en su estructura. Podemos adecuarlo a la emoción que deseemos transmitir, al efecto que queramos lograr en nuestros lectores. La estructura acepta muchas modificaciones antes de perder coherencia.

Y hablando de transmitir emociones, les dejo completo el famoso poema de Becquer.

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán, jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
esas… no volverán, ¡esas… no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
esas… no volverán, ¡esas… no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar…
tu corazón, de su profundo sueño,
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido… desengáñate,
¡así… no te querrán!


RIMA LIII
Gustavo Adolfo Becquer




Rima LIII con Margarita Rosa de Francisco

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